martes, 17 de noviembre de 2015

La visión de un Investigador español

Omar Coso me sugirió que hablara con José María Rojas, quien estaba visitando la facultad ayer por la tarde. No me fue posible hacerlo, por lo que le escribí diciendole que sería de gran utilidad contar con la visión de un Investigador que ha visto todo el proceso  en España para  entender lo que podría ser un eventual gobierno de Macri. Le ofrec

Esto fue lo que me constestó:

Hola Luciano:
Aquí va lo que me pediste, escrito en la habitación del Hotel antes de partir a Mar de Plata. Sólo un dato, la inversión actual en Ciencia en España es del 1,24% del PIB, muy alejado del 3% que reclama la Unión Europea.
Ya me dirás qué te parece, en cualquier caso decide tú mismo si lo incluyes o no en tu blog. Si lo haces, puedes poner mi nombre, yo siempre doy la cara en todo lo que digo.
Un abrazo.

JMR



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Política Científica en España


 Extrapolar las situaciones políticas entre países es complicado y mucho más en futuribles. La aparente amistad de Macri con Rajoy no implica que obligatoriamente imite la política científica del gobierno del PP, pero eso sólo se sabrá si Macri sale elegido el 22 de noviembre. En cualquier caso, la pregunta puede ser ¿cuál ha sido la política científica en España (lo que allí llamamos Investigación + Desarrollo -I+D-), durante esta legislatura?, la respuesta es sencilla y directa: El actual gobierno de España se ha caracterizado por una completa ausencia de política científica o mejor dicho por un desprecio continuo y absoluto por todo lo que la I+D puede suponer y aportar al país.
    Desde los primeros gobiernos socialistas de Felipe González, seguido por las dos legislaturas conservadoras de José María Aznar y la vuelta socialista con José Luis Rodríguez Zapatero, los gobiernos de España han respetado y valorado la investigación científica, con incrementos anuales en la inversión (aunque siempre por debajo del 2% del PIB) y con el desarrollo de una adecuada y organizada estructura administrativa (con rango ministerial: Ministerio de Educación y Ciencia o Ministerio de Ciencia y Tecnología). Esto además sirvió de estímulo para la actuación en este campo de distintas Comunidades Autónomas (principalmente Cataluña, País Vasco y Andalucía). El resultado fue el incremento en la productividad científica española, la inauguración Centros de Excelencia (como CNIO, CRG, CNIC, etc) con estructuras no funcionariales y la capacidad de contratar científicos extranjeros de gran calidad y con una capacidad de eficiencia que podía competir con las mejores Instituciones de Europa (EMBL, Karolinska, Max Plank, etc); esto así mismo generó un círculo virtuoso que motivó a muchos investigadores “top” españoles que trabajaban en el extranjero (principalmente en biomedicina) a regresar a España (Barbacid, Perucho, Beato, Santos, Bustelo etc) o a intentar desarrollar segundos laboratorios en España (Massagué, Baselga, Fuster, Izspisúa, etc).
Desgraciadamente la crisis económica de 2009, empezó a frenar este desarrollo durante el último gobierno del Presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, ha sido durante estos años del Presidente Mariano Rajoy Brey donde se ha potenciado brutalmente el deterioro de la I+D en España. En primer lugar la gestión de la investigación científica perdió rango ministerial y pasó a ser subsumida como una Secretaría dentro de otro Ministerio, pero no en el de Educación, como podía haber sido lo lógico, si no dentro del Ministerio de Economía y Competitividad (ministerio dirigido por un economista neoliberal, anteriormente relacionado con Lehman Brothers, Luis de Guindos) y como decimos en mi país “más perdida que un pulpo en un garaje”. Además, eligieron como responsable de esa Secretaria a Carmen Vela, sin ninguna fuerza política dentro del PP, pues todos sospechaban de ella (estuvo apoyando la campaña electoral del PSOE y algunos ya la llaman Carmen “Veleta”) y eso se ha plasmado en una gestión con algo de humo y muy poco contenido. En cualquier caso el gran enemigo de la ciencia ha sido el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que llegó a declarar en una reunión de empresarios de biotech que estaba harto de tirar dinero en investigación; como si ese dinero fuese suyo y confundiendo gasto con inversión y estando ese planteamiento en las antípodas de lo que pedía la UE o lo que hacen sus colegas conservadores en Alemania o Reino Unido. Basado en esa idea anti-diluviana y falsa que la Ciencia está bien y que nos da apariencia de modernos, pero de la que no se pueden esperar beneficios económicos y que por la tanto se puede prescindir en épocas de crisis, ha llevado al señor Montoro (el mismo que ha puesto el mayor impuesto “IVA” a la Cultura en toda la historia) a que el gobierno retrase el desarrollo completo de la Ley de la Ciencia y a bloquear la presentación de la Ley del Mecenazgo, simplemente con el argumento de que eso supondría mayor gasto o menos recaudación (cuando por otro lado se han concedido amnistías fiscales a grandes defraudadores). La conclusión de todo ello es que han descendido las ayudas “grants” para la financiación de proyectos, las plazas de investigadores, los contratos posdoctorales y muy especialmente predoctorales, así como las ayudas a las pequeñas y medianas empresas basadas en la aplicación de la I+D y casi una generación de científicos jóvenes ha quedado dañada.
No sé el grado de influencia del señor Rajoy (cuyo lectura favorita es la prensa deportiva) sobre la forma de gobernar del señor Macri, pero como sea orientándole con los consejos del ministro Montoro sobre la I+D, mal futuro le espera a la Ciencia en Argentina.


José María Rojas Cabañeros
Jefe del Área de Biología Celular y del Desarrollo del ISCIII
Madrid, España

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